Un equipo de la EPFL ha desarrollado robots flexibles, blandos y configurables que pueden servir como herramientas para la rehabilitación. Se activan por inyección aire, imitan los músculos y pueden ser producidos a gran escala.
Las aplicaciones generales para estos robots sintéticos van desde la rehabilitación de pacientes hasta la manipulación de objetos frágiles, pasando por la fabricación de sistemas biomédicos o la asistencia a domicilio.
«Nuestros robots han sido concebidos principalmente sobre la seguridad del usuario, explica Jamie Paik, directora del RRL. Los riesgos de lesionarse son mínimos si se lleva un exoesqueleto hecho de materiales blandos», asegura ella.
Más información en la web de la Escuela Politécnica.
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